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“Codo a codo”: Cambiando vidas en el Centro de Formación y Oportunidades Parque Coimbra de Fundación AMÁS

Personas del programa "Codo a codo" de los centros de Móstoles. Foto: Fundación AMÁS

Personas del programa «Codo a codo» de los centros de Móstoles. Foto: Fundación AMÁS

Susana, Jacobo, Nayara, Ángela y Hani son cinco ejemplos del cambio en la calidad de vida de las personas con diversidad funcional, que supone el proyecto “Codo a codo” de Fundación AMÁS. Un programa que nace de manera transversal y transformadora en el Área Ocupacional en los municipios de Móstoles y Leganes, siendo un proyecto que en breve se activara en los municipios de Alcorcón y Fuenlabrada. A continuación pasamos a contaros los resultados que estamos teniendo en los Cofoil de Coimbra y Regordoño (Móstoles)

 

Detrás del programa “Codo a codo” no hay solo teoría, hay acciones, profesionales y sobre todo personas. Vidas con nombres y apellidos que deciden por sí mismas sus proyectos, deseos y aficiones, y para respetar su libertad solo son necesarios los apoyos adecuados en cada caso.

De Izquierda a derecha, Jesús Nuevo, Ángela Arroba, Hani Faidi, Nayara Barrero y Jacobo Mangas. Foto: Fundación AMÁS

La vida está fuera de los centros

Una receta que aplica Fundación AMÁS saliendo a la calle y generando sinergias con vecin@s, comercios, entidades, instalaciones públicas o privadas, bibliotecas, etc. En definitiva creando comunidades que trabajan “Codo a codo” por tod@s sus ciudadan@s.

Y este es el caso de los centros Parque Coimbra y Regordoño, las personas con diversidad funcional que acuden a ellos, proyectan su futuro en las calles de sus barrios en Móstoles, decidiendo sobre su vida al igual que el resto de vecinos y vecinos.

“Codo a codo” surgió como una alternativa al Centro Ocupacional convencional, caracterizado por ser un espacio cerrado al que asisten a diversos talleres personas con diversidad funcional. “Se dio un paso más para que estas personas salieran e hicieran sus proyectos personales en el municipio y sobre todo sin dependencia del centro”, explica Jesús Nuevo, Persona de Apoyo de Fundación AMÁS en el Centro Coimbra, que define así su función: “Mi trabajo es la persona, el plan personal de cada una en su comunidad”.

Y los resultados son palpables, hombres y mujeres con diversidad funcional de todas las edades, que han cambiado sus vidas, ganando en autonomía, responsabilidad, empoderamiento y sobre todo, en felicidad.

 

“Ahora soy más feliz”

Esta es la frase que se repite en todas estas historias de vida: Susana Martín, Jacobo Mangas, Nayara Barrero, Ángela Arroba y Hani Faidi. Mujeres y hombres con diversidad funcional que, a través del programa “Codo a codo”, están desarrollando sus planes personales demostrando sus capacidades y aportaciones a la vida de su comunidad.

Susana Martín colaborando en un comedor escolar de Móstoles. Foto: Fundación AMÁS

Susana Martín colaborando en un comedor escolar de Móstoles. Foto: Fundación AMÁS

-Susana Martín: “Colaboro en el comedor escolar de un colegio de Móstoles”

El cambio de Susana ha sido espectacular: “Antes he tenido épocas que estaba muy triste, ahora estoy muy contenta, salgo, entro…quiero seguir avanzando en independencia en mi vida”.

Asiste a clases de ganchillo, a un curso de mandalas, está aprendiendo a hacer “Doodles”, pequeños dibujos en miniatura, pero lo más importante para ella ha sido colaborar en un comedor escolar: “Me encantan los niños, son muy divertidos y maravillosos”

De momento Susana tiene un convenio en prácticas con el colegio, pero los preparadores laborales de Fundación AMÁS ya están manos a la obra para avanzar un paso más en la independencia de Susana: “Me gustaría trabajar en el comedor con los peques”, dice con una gran sonrisa.

Una felicidad que comparte su familia: “Mi padre está muy contento, me ve salir y ser independiente”.

 

 

Jacobo Mangas: “Antes no iba solo a ningún sitio”

Ahora Jacobo no para, asiste al Centro Cultural El Soto a un taller de arcillas, participa en exposiciones artísticas, se está formando como camarero en la Escuela de Formación Másymenos de Fundación AMÁS, pero su gran pasión son los perros: “Los viernes voy de voluntario a una tienda y peluquería canina de mi barrio, Cool Dogs. Baño a los perros, ayudo a limpiar y a colocar”.

Jacobo Mangas. Foto: Fundación AMÁS

Jacobo Mangas. Foto: Fundación AMÁS

Trabajar con estos amigos peludos le ha supuesto cumplir un sueño que ha cambiado su vida: “Mis padres dicen que ahora se me ve la sonrisa. Antes no iba a ningún sitio solo, “Codo a codo” me ha ayudado a ganar confianza e ir solo a los sitios, cojo el metro, el autobús sin problemas”.

 

Nayara Barrero: “Mis padres flipan en colores”

Nayara es una chica muy joven, ha pasado de ser impuntual, irresponsable y dependiente de su familia a empezar a construir su vida: “Mis padres  están flipando en colores, llego bien a los sitios, soy puntual y ya no dependo tanto de ellos, he ganado en autonomía”.

A través de “Codo a codo”, Nayara está haciendo prácticas en una peluquería de su barrio (“Ven que te peino”): “Me gustaría ser peluquera, estoy aprendiendo mucho, la jefa es muy simpática”.

Nayara Barrero. Foto: Fundación AMÁS

Nayara Barrero. Foto: Fundación AMÁS

Además, Nayara asiste a un curso de dibujo y pintura en el Centro Cultural Universidad Norte y practica baloncesto: “Desde abril del año pasado he conseguido muchas cosas”.

 

Ángela Arroba: “Quiero vivir de forma independiente”

Esta chica joven lo tiene muy claro, pero también sabe que necesita prepararse: “Estoy haciendo un curso de Auxiliar Administrativo en el Centro de Educación de Adultos Gloria Fuertes de Navalcarnero”. También está recibiendo apoyos de los preparadores laborales de Fundación AMÁS para estudiar la oposición a la que se va a presentar, algo que hace en la Biblioteca Municipal.

Ángela quiere seguir formándose, “soy muy tímida y por eso voy a un curso de hablar en público en la Concejalía de Igualdad de Móstoles.” La razón de todo este esfuerzo es la misma que tiene cualquier chica de su edad, ser independiente: “Quiero trabajar y vivir con mi pareja”.

Ángela Arroba. Foto: Fundación AMÁS

Ángela Arroba. Foto: Fundación AMÁS

La familia de Ángela también ha notado los cambios en su hija, “mis padres me dejan hacer más cosas, confían más en mi porque ven que soy más responsable”, nos dice.

 

Hani Faidi: “No quiero volver al Centro Ocupacional, quiero aprender cosas nuevas”

A Hani le apasiona trabajar como conserje, coger el teléfono, pasar llamadas y atender a la gente. Actualmente realiza prácticas en la recepción del Centro Municipal Sufragio en Leganés: “Yo tengo muy claro que no quiero volver al Centro Ocupacional, llevo 21 años y lo que quiero es aprender cosas nuevas”, afirma.

Su sueño es trabajar como conserje y lo está demostrando con su esfuerzo e interés, pero además Hani tiene otras pasiones que cultiva como es la música, por eso participa en el coro “Desafío” del Centro Coimbra, con el que realiza actuaciones en distintos centros culturales y residencias de ancianos.

“Me siento más feliz ahora, aprendo cosas, soy más independiente”, concluye Hani.

Hani Faidi. Foto: Fundación AMÁS

Hani Faidi. Foto: Fundación AMÁS

 

Cinco vidas, cinco ejemplos de inclusión, personalización y ciudadanía de personas con diversidad funcional que, con los apoyos naturales de sus familias, los profesionales de Fundación AMÁS y sus propios vecinos y vecinas, están logrando dar la vuelta al estereotipo de la discapacidad intelectual.

Este es el objetivo de “Codo a codo”, el programa de Fundación AMÁS, que ya obtenido un reconocimiento en los premios “Fuenlabrada Dinámica 2019” como buena práctica empresarial por fomentar la igualdad y la inclusión de las personas con diversidad funcional.