Desafiando límites a través de la música

 

 

Bajo la dirección de la profesora de música Inessa Solovieva, 40 personas con diversidad funcional de los centros de Fundación AMÁS en Móstoles, han formado un coro con unos resultados espectaculares incluso en las personas con grandes necesidades de apoyo.

 

Mejora en la memoria, mayor implicación, habilidades sociales, comunicación e incluso corrección de posturas corporales, son solo algunos de los beneficios detectados en las personas con diversidad funcional que forman este coro en los Centros Ocupacionales de Coimbra y Prado Regordoño (Móstoles), pertenecientes a Fundación AMÁS.

Como señala Sara Muñoz, Coordinadora de Apoyo de la entidad: “Lo más impresionante ha sido el resultado en las personas con mayores necesidades de apoyo, no solo a nivel artístico, también la forma tan satisfactoria en la que han mejorado en la expresión de sentimientos, capacidad de trabajo, concentración y responsabilidad ante los demás”.

Un proyecto inclusivo que viene de la mano de la Asociación Coral Villa de Móstoles, que incluye coros normalizados de niños y adultos sin distinción desde el año 1982.

 

“Aquí hay grandes talentos, personas con mucho oído que trabajan como profesionales”.

Para Inessa Solovieva, una profesora de música con un amplio recorrido profesional, dirigir y formar este grupo coral ha sido la mejor experiencia de su vida: “Son fantásticos, es mi mejor trabajo sin duda, el mayor logro no es mío, ellos me han enseñado a descubrir facetas que ni estas personas, ni sus familiares, ni yo misma, sabíamos que estaban ahí. Gracias a ellos he descubierto que ¡claro que se puede!”

El proyecto surgió por expreso deseo de varias personas con diversidad funcional de los centros de Parque Coimbra y Regordoño (Fundación AMÁS), en Móstoles. Entre sus metas personales figuraba la música y la intervención de Irene Villamiel, Presidenta de la Asociación Coral Villa de Móstoles, redondeó esta iniciativa.

Porque el proyecto, como todos los de Fundación AMÁS, es totalmente inclusivo, no se trata de que las personas con diversidad funcional realicen actividades en guetos cerrados, sino que se les ofrezcan instrumentos y posibilidades inclusivas con la mayor calidad.

Por ese motivo, este coro tiene una formadora profesional como Inessa Solovieva, ella realizó un casting entre las personas interesadas, descubriendo una gran cantidad de talentos y capacidades distintas. Por ese motivo realizó dos grupos: Percusión y canto.

“Trabajo igual que lo hago con otros grupos de mayores o niños, no hay ninguna diferencia”, nos dice Inessa, “aquí hay grandes talentos, personas con mucho oído que trabajan como profesionales, me están ayudando mucho”.

La profesora de canto y música destaca la espontaneidad y naturalidad de los componentes de estos grupos corales que han sorprendido a sus propias familias: “Padres, madres, hermanos de estas personas con diversidad funcional se han quedado sorprendidos, para ellos ha sido una gran satisfacción verlos actuando sobre un escenario sin ninguna etiqueta, solo como personas interesadas en la música”.

El pasado mes de noviembre, los grupos corales de cantantes y músicos con diversidad funcional actuaron en el Museo de la Ciudad de Móstoles, dando un ejemplo de inclusión social y cultural. Ahora se preparan para la próxima actuación en noviembre de este año, en una colaboración con el coro del Centro de Mayores Parque Coimbra.

La implicación de los profesionales de Fundación AMÁS, como es el caso de Sara Múñoz, o de Yolanda Tamayo e Inmaculada Aragón, directoras de los Centros Ocupacionales de Regordoño y Coimbra respectivamente, dan estos resultados. El modelo de la entidad se basa en métodos inclusivos en el entorno, siempre basados de forma individual en las necesidades y deseos de cada persona.

Entorno e inclusión, y en este caso la música es un gran ejemplo.