“Codo a codo”: El proyecto de Fundación AMÁS que involucra a toda la comunidad para construir vidas plenas como la de Elisabeth Martínez

Elisabeth Martínez, proyecto "Codo a codo", de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

Elisabeth Martínez, proyecto «Codo a codo», de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

 

Elisabeth es una mujer con diversidad funcional de 39 años, asegura que ahora es feliz, hace natación, voluntariado con animales y asiste a clases de formación básica. Todo en su barrio, en Leganés, fuera del Centro Ocupacional Los Pinos, del que es usuaria y donde ha surgido el proyecto “Codo a codo”, de Fundación AMÁS.

 

Elisabeth Martínez, Eli, para su familia y amigos, se considera una mujer feliz. “Desde principios de año, estoy encantada, salgo del centro, el proyecto Codo a codo me está dando grandes oportunidades de hacer cosas”.

Eli con las profesionales de Fundación AMÁS Yolanda Marcos y Nerea Varilla. Foto: Fundación AMÁS

Eli con las profesionales de Fundación AMÁS Yolanda Marcos y Nerea Varilla. Foto: Fundación AMÁS

Una vida mucho más plena para Eli que se refleja en su constante sonrisa y que es solo la muestra de las pequeñas cosas que hacen feliz a cualquier ciudadano o ciudadana, realizando actividades que le gustan en su día a día, en su barrio y con sus apoyos naturales.

Porque “Codo a codo” es construir comunidades donde tod@s ayudan a tod@s, sin excepciones, ni diferencias por capacidades. Un proyecto que ya se está desarrollando en los centros de Fundación AMÁS situados en Leganés (Los Pinos) y Móstoles (Coimbra y Regordoño), y que supone sacar a la calle la vida individualizada de cada persona con diversidad funcional intelectual, según sus gustos, necesidades y deseos.

Voluntaria en una clínica veterinaria y en una finca con caballos.

Elisabeth Martínez tiene muy claro lo que quiere en su vida, como ella muchas personas con diversidad funcional intelectual desean tener una vida independiente en su entorno, para todas ellas se ha puesto en marcha “Codo a codo”.

Elisabeth Martínez ejerciendo voluntariado en la clínica veterinaria "Doberman". Foto: Fundación AMÁS

Elisabeth Martínez ejerciendo voluntariado en la clínica veterinaria «Doberman». Foto: Fundación AMÁS

Detrás de este proyecto no hay teoría, hay acciones, profesionales y sobre todo caras, vidas con nombres y apellidos, personas con derechos y obligaciones, pero que deciden por si mismas y para respetar su libertad solo son necesarios los apoyos adecuados en cada caso.

 

Una receta que aplica Fundación AMÁS saliendo a la calle y generando sinergias con vecin@s, comercios, entidades, instalaciones públicas o privadas, bibliotecas, etc. En definitiva creando comunidades que trabajan “Codo a codo” por tod@s sus ciudadan@s.

“A mí me encantan los animales, estoy muy contenta, ahora soy voluntaria en una clínica veterinaria y también en una finca con caballos”. Este es el deseo que trasladó Eli a los profesionales de Fundación AMÁS en el Centro Ocupacional Los Pinos, a través de su Plan Personal.

En coherencia con sus deseos personales, el proyecto «Codo a codo» se puso en marcha apoyando sus deseos para que los pueda cumplir en su entorno, de forma inclusiva con su comunidad.

Un trabajo que han realizado profesionales como Yolanda Marcos, Técnico de Integración Social de Fundación AMÁS, Tamara Rama, “Incluyer” de la entidad y Nerea Varilla, Técnico de Integración Social en prácticas.  “Creamos sinergias en la comunidad, en el caso de Eli buscamos asociaciones o empresas para que ella cumpliera su deseo de cuidar animales, la respuesta ha sido magnífica”, explica Yolanda Marcos.

Eli cuidando un perro en la clínica veterinaria. Foto: Fundación AMÁS

Eli cuidando un perro en la clínica veterinaria. Foto: Fundación AMÁS

El resultado es que Elisabeth Martínez ejerce actualmente voluntariado en la clínica veterinaria “Doberman” de Zarzaquemada y en la Venta La Rubia, a través de la Asociación Teanima, “Limpio y cepillo a los caballos, en la clínica tranquilizo a los gatos y perros y controlo el goteo si necesitan suero”, explica Eli.

En ambos establecimientos l@s trabajador@s están encantad@s con ella, se han convertido en sus apoyos naturales, creando un efecto multiplicador de inclusión “El objetivo de Codo a codo es demostrar que las personas con discapacidad intelectual son ciudadanos y ciudadanas como los demás”, nos dice Yolanda Marcos.

Además de ejercer estos voluntariados, Elisabeth practica natación en una piscina del municipio y asiste a clases de formación básica junto con otros vecinos y vecinas de Leganés interesados en mejorar sus conocimientos en matemáticas, escritura, lectura, etc.

El éxito de este proyecto, que se va extender en breve a los centros de Fundación AMÁS en Alcorcón y Fuenlabrada, ha tenido ya el primer reconocimiento en los premios «Fuenlabrada Dinámica 2019».

«Codo a codo» ha sido reconocida como buena práctica empresarial por fomentar la igualdad y la inclusión de las personas con diversidad funcional.

 

 

“Quiero vivir en mi casa, en mi barrio, solo necesito apoyos”

El proyecto “Codo a codo” ha empoderado a Eli, ahora es una mujer más independiente que tiene claros sus deseos, pero también sus necesidades y limitaciones, como cualquier persona: “Quiero seguir luchando por vivir en mi casa, no quiero residencias, tan solo necesito apoyos”.

Por esa razón una vez a la semana profesionales de Fundación AMÁS practican con ella en comercios el manejo del dinero, uno de los puntos flojos de Eli: “Noto que estoy mejorando mucho, ahora controlo ya muy bien las cantidades pequeñas”.  Con los apoyos necesarios todo es posible, es el mensaje que esta mujer lanza a las familias de personas con discapacidad intelectual: “Tienen que abrirse para que sus hijos o hijas puedan cumplir sueños”.

Sueños cercanos o lejanos, como nos ocurre a todos: “A mí me encantaría ir a Hollywood, me gusta mucho el cine, pero me conformo con poder asistir a un pre estreno en Madrid”, confiesa sonriente Elisabeth.

Tal vez alguna sala o productora cinematográfica quiera unirse a este “Codo a codo” que ya está trabajando con otras personas, con otras historias, en lugares tan dispares como una biblioteca pública, una academia de peluquería o una ONG.

Vidas, personas, historias de superación que superan a la ficción y que seguiremos desgranando.