Flavia y Pepe, dos trabajadores que transforman la discapacidad en capacidad laboral

Flavia Nguema, trabajadora de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

Flavia Nguema, trabajadora de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

 

Según la última encuesta del INE (Instituto Nacional de Estadística) los datos son demoledores en cuanto a la empleabilidad las personas con discapacidad, ya que afirma que: “Sólo el 25% de los trabajadores con discapacidad trabaja y de éstos, el 13% está en riesgo de pobreza”.

Por ello, desde Fundación AMÁS y sobre todo desde la Fundación AMÁS Empleo, las discapacidades se convierten en capacidades laborales. Flavia Nguema, una joven treintañera y con discapacidad intelectual decidió dar un paso en su vida para ser una persona mirada por la sociedad por sus capacidades y no por sus discapacidades.

Flavia tiene la habilidad de trabajar en dos áreas dentro de su jornada laboral: lavandería y limpieza. Y así desde hace dos años y medio: “Mi sueño era trabajar y quería salir del centro ocupacional. Quería tener mi sueldo y mi dinero. Poco a poco voy aprendiendo a distribuirlo mejor y hacer frente a mis gastos”.

El trabajo que desempeña esta joven de origen guineano es coser y doblar en el área de lavandería y desde hacer camas, limpiar habitaciones y los baños en el área de limpieza de uno de los centros residenciales que cuenta Fundación AMÁS.

“Estoy contenta, muy contenta”, afirma Flavia con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora, tiene objetivos a corto plazo como irse de vacaciones este verano y a largo plazo, tener su propia casa. “Me gustaría vivir de forma independiente. Soy consciente que necesitaré apoyo, pero sueño con ese momento y me imagino cómo será mi futura casa. Algún día, lo conseguiré”, afirma Flavia.

Pepe Robles de 54 años es dependiente de la Concept Store Másymenos que Fundación AMÁS tiene en la localidad de Leganés. En este local se venden productos artesanos realizados por personas con discapacidad, además de productos alimentarios como pan y bollería, así como comida artesana realizada también por AMÁS Antojo.

Pepe Robles, trabajador de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

Pepe Robles, trabajador de Fundación AMÁS. Foto: Fundación AMÁS.

Pepe lleva 1 año trabajando en este puesto y anteriormente, había trabajado en el mundo del comercio y no había tenido contacto directo con el mundo de la discapacidad. “Para mí, el tema de la discapacidad no iba conmigo, lo veía muy lejos. Hasta que mi hija empezó a estudiar Educación Especial y ahí empecé a entender mejor este sector”. Pero en el momento que empieza a trabajar en la Concept Store Másymenos es cuando Robles tiene un contacto directo y diario con el mundo de la discapacidad. “La verdad es que trabajo codo a codo con mis compañeras, pero yo no fijo en sus discapacidades”, afirma Pepe.

Robles es la persona que lleva más tiempo, justo desde el mismo día que se abrió la tienda, hace ya un año largo. Por lo tanto, es el dependiente con más conocimiento y experiencia, así que “por eso, soy el compañero que explica y forma a los compañeros nuevos. Y si se lo tengo que explicar varias veces, sin problema. A mí me pasa lo mismo, al principio, todos estamos más perdidos y hay que tener más paciencia”.

“Sí que es verdad que ahora veo la discapacidad de otra manera porque la sociedad, en general, no conoce el trabajo que se hace en fundaciones como Fundación AMÁS. Si supieran lo gratificante que es, estaría mucha más gente implicada en ayudar y en echar una mano”, detalla Robles.

Además, Pepe quiere dejar bien claro que “las empresas deberían apostar y apoyar de una forma activa la contratación de personas con discapacidad. El trabajo para una persona es fundamental para insertarse en la sociedad y te sientes el amo del mundo porque tienes dinero, estás reconocido y puedes planificar tu vida”.

Flavia y Pepe, dos trabajadores de la Fundación AMÁS Empleo y dos ejemplos a seguir, ya que ambos son capaces de superar barreras a diario con el fin de que las discapacidades se disipen para destacar las capacidades.